Ryanair sigue firme en su postura de controlar el impacto de pasajeros problemáticos en sus operaciones, y este jueves ha dado a conocer una resolución del tribunal de Edimburgo. Un pasajero ha sido condenado a realizar trabajos comunitarios por violar las normas a bordo y alterar a otros viajeros, lo que llevó al regreso de un vuelo el pasado verano.
El Tribunal Sheriff de Edimburgo dictó la sentencia contra este individuo, quien el 5 de julio de 2024, poco después de despegar en el vuelo RK5593 de Edimburgo a Lanzarote, causó disturbios al fumar, beber alcohol propio y proferir insultos a otros pasajeros.
Según la aerolínea, este pasajero fue uno de tres que, con su comportamiento intolerable, obligó al avión a volver a Edimburgo. Esto afectó a 6 tripulantes y 178 pasajeros, muchos de ellos familias de vacaciones, enfrentándolos a una interrupción innecesaria.
El tribunal impuso al pasajero una pena de 225 horas de servicio comunitario. Ryanair reafirma su compromiso de ofrecer un ambiente cómodo y sin tensiones para pasajeros y tripulación, destacando su política de tolerancia cero contra conductas inapropiadas. La compañía promete seguir actuando contra estos casos para proteger a la mayoría que respeta las normas.
Tras la sentencia, un portavoz de Ryanair expresó que dan la bienvenida a las 225 horas de servicio comunitario ordenadas por el Tribunal Sheriff de Edimburgo para este pasajero, lo que subraya las consecuencias que enfrentan quienes alteran los vuelos bajo su política de tolerancia cero, y esperan que sirva como advertencia para reducir estos comportamientos y garantizar un viaje agradable para todos.
La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) también ha alertado sobre el creciente número de altercados a bordo, instando a los gobiernos a tomar medidas basadas en el Protocolo de Montreal de 2014. Este documento, que busca actualizar el Convenio de Tokio de 1963, amplía la jurisdicción para abordar estos problemas y es la herramienta clave actual para gestionarlos.