En la mayoría de los aeropuertos, ya no hace falta sacar los líquidos de la maleta al pasar los controles, aunque aún se mantiene el tope de 100 mililitros. Sin embargo, la gran novedad, confirmada recientemente por la Comisión Europea tras una publicación del Corriere della Sera, es que pronto se permitirá llevar cualquier cantidad de líquidos en aquellos aeropuertos equipados con los nuevos escáneres 3D CT, cuya instalación ya está en marcha.
Esto significa que, ya sea agua, leche, cremas, champú o perfumes, los pasajeros podrán llevar lo que deseen en su equipaje de mano sin necesidad de extraerlo, siempre que respeten los límites de tamaño de las maletas. La medida, aunque sin fecha exacta de inicio, entrará en vigor este verano, según Bruselas, y se limitará a los aeropuertos con esta tecnología avanzada.
Estos escáneres, dotados de un software capaz de detectar explosivos y ofrecer imágenes en tres dimensiones del interior del equipaje, cambiarán las reglas del juego. Para algunos, esto puede resultar sorprendente, recordando que las restricciones de líquidos, como el agua, surgieron tras un intento fallido de atentado en un vuelo hacia Estados Unidos, donde se temía que ciertos productos combinados pudieran crear explosivos a bordo.