Riyadh Air, la compañía saudí que, aunque ya existe, aún no había comenzado a volar, inaugurará el próximo 26 de octubre su ruta hacia el aeropuerto de Londres Heathrow.
Conseguir espacio en el aeropuerto más congestionado de Europa no es tarea sencilla. Requiere una inversión considerable para adquirir slots, como demuestra la reciente venta de un par por 75 millones de libras a Omán Air. En este caso, Riyadh Air ha adquirido los derechos operativos a British Airways, lo que le permitirá operar vuelos diarios desde la terminal 4 de Londres.
La aerolínea utilizará aviones B787 Dreamliner, con capacidad para 288 pasajeros, distribuidos en clases business y económica. Debido a los retrasos de Boeing en las entregas, los primeros aparatos serán unidades alquiladas a Omán Air.
Aunque ya hay una fecha fijada, aún quedan retos por superar: la tripulación está terminando su formación, faltan autorizaciones y el certificado de vuelo no está listo. Sin embargo, todo apunta a que estos detalles se resolverán en los próximos dos meses para cumplir con el calendario.
Riyadh Air tiene grandes ambiciones, respaldada por el gobierno saudí, cuyo poder supera al de los Emiratos, con el objetivo de convertirse en la nueva Emirates.