Normativas

¿Puede la tasa turística frenar la masificación turística o solo es una nueva herramienta recaudatoria?

¿Puede la tasa turística frenar la masificación turística o solo es una nueva herramienta recaudatoria?

La tasa turística, implantada en numerosos destinos durante los últimos años, tiene como propósito principal generar ingresos. Pero, ¿es realmente una herramienta efectiva para reducir la afluencia masiva de visitantes o solo es otra forma más de recaudar?.

Un caso evidente es Venecia: a pesar de haber elevado varias veces esta tasa, no ha conseguido aliviar la presión de los turistas. En esencia, la tasa funciona más como un mecanismo para recaudar fondos, y su meta debería ser, al menos en teoría, reinvertir ese dinero en mejorar las infraestructuras del destino, beneficiando tanto a los locales como a los que llegan de fuera.

Para que esta medida sea bien vista por los habitantes —aunque no resuelva directamente la masificación—, es clave que sientan que mejora su día a día. Y eso solo se logra con transparencia. Esto significa que, cada año, se publiquen los ingresos obtenidos por la tasa y se detalle cómo se han gastado en el lugar: desde arreglar calles y carreteras, mejorar el acceso para peatones, mantener la ciudad limpia o añadir equipamientos para los vecinos.

Si no hay claridad en esto, la tasa no será aceptada ni por los turistas ni, mucho menos, por los residentes. Sin saber a dónde va el dinero, estos últimos seguirán molestos con la avalancha de visitantes y seguirán alzando la voz contra la masificación.

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