La Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) ha mostrado su alarma ante la creciente serie de casos de turistas que han caído desde balcones o cornisas esta temporada, con una incidencia notable en los hoteles de Sant Antoni, en Ibiza. Hasta ahora, el municipio ha contabilizado cinco fallecidos este verano, tres de ellos en el mismo lugar: el Ibiza Rocks. Manuel Sendino, gerente de la asociación, confiesa sentirse desamparado ante esta situación y señala a las fuerzas de seguridad del Estado como las encargadas de adoptar medidas más firmes.
Desde la patronal hotelera vinculan estos incidentes a un aumento en el uso de drogas de nueva generación, que, según Sendino, podrían estar causando alucinaciones y estados de confusión. La Fehif subraya que controlar el tráfico y consumo de sustancias escapa a las competencias del sector hotelero, por lo que exige un refuerzo en la vigilancia policial. En declaraciones a Diario de Ibiza, Sendino asegura que los hoteles cumplen con las normativas de seguridad durante los eventos, aunque reconoce que en momentos de gran afluencia es más probable que se cuelen fallos en los controles.
Los últimos casos avivan la inquietud: un turista portugués perdió la vida tras caer desde el hotel Florencio, en lo que se sospecha podría ser un suicidio, mientras un ciudadano belga permanece ingresado tras precipitarse desde un segundo piso. Añadidos a los incidentes previos en el Ibiza Rocks, estos episodios pintan un verano especialmente sombrío en Sant Antoni.
La Fehif pide un fortalecimiento de los dispositivos antidroga, incluyendo el empleo de perros entrenados, y advierte que estos sucesos están dañando seriamente la reputación turística de la isla. La asociación urge medidas inmediatas para detener una tendencia que consideran insostenible.