El viernes se celebró una reunión de conciliación entre la Dirección General de la Aviación Civil francesa y los sindicatos convocantes de la huelga de controladores aéreos programada para el 3 y 4 de julio, pero no se alcanzó un acuerdo. Al concluir el encuentro, los representantes sindicales expresaron duras críticas hacia la postura de la entidad estatal.
El conflicto se intensifica con la adhesión de más sindicatos a la huelga, que hasta ahora parece confirmada, aunque aún no se puede prever el nivel de participación. La Aviación Civil francesa reconoce que enfrenta una escasez de controladores, un problema que se agravará por el envejecimiento de la plantilla actual. Sin embargo, rechaza otras demandas clave de los sindicatos, como permitir que los controladores decidan sobre su asistencia al trabajo y un aumento salarial, una exigencia recurrente.
La entidad estatal admite únicamente el problema de falta de personal y asegura contar con un plan, llamado “Horizonte 2030”, para abordar de manera definitiva el déficit de controladores. Las autoridades lamentaron que la huelga coincida con el inicio de las vacaciones escolares en Francia, los días 3 y 4 de julio, considerados de alta actividad en el sector aéreo. Tanto la Aviación Civil como los sindicatos parecen pasar por alto el impacto en otros países, ya que las huelgas de controladores en Francia afectan también los sobrevuelos del espacio aéreo francés, algo que no ocurre en otros lugares.