Lopesan Hotel Group enfrenta nuevos retos en el sur de Gran Canaria. Además de las investigaciones y paralizaciones de sus proyectos en los barrancos de Pasito Blanco y El Toscón, en San Bartolomé de Tirajana/Maspalomas, la cadena tropieza ahora con un plan que lleva 24 años en espera.
Expansión en Meloneras
El pasado mayo, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana aprobó un ajuste menor al Plan Parcial Meloneras 2A, abriendo la puerta a la construcción de cinco nuevos hoteles. Sin embargo, el Gobierno de Canarias ha pedido al consistorio que revoque esta modificación debido a irregularidades en una de las parcelas afectadas. Según Atlántico Hoy, la Viceconsejería de Administraciones y Transparencia señaló que la parcela APHB-3 (56.136 metros cuadrados) debería clasificarse como rústica, siguiendo la moratoria turística de 2009-2013. El plan municipal, en cambio, la mantiene como turística y permite un aumento de la edificabilidad.
Parece poco probable que el Ayuntamiento dé marcha atrás, y todo apunta a que espera a que Lopesan llegue a un acuerdo extrajudicial con el gobierno autonómico para desatascar el proyecto.
La Ley de Medidas Urgentes de Ordenación Territorial, vigente entre 2009 y 2013, dio a los propietarios de terrenos turísticos un año para solicitar su reclasificación a rústico a cambio de una compensación. Si no lo hacían, sus planes quedaban congelados por al menos cinco años. La avalancha de 36 solicitudes desbordó a la administración, pero ni los ayuntamientos realizaron las recalificaciones ni el gobierno canario abonó las indemnizaciones. Esto llevó a los afectados, incluido Lopesan, a ganar casos en los tribunales. Para evitar un desembolso que podría superar los 1.000 millones de euros, las negociaciones con el Ejecutivo autonómico están en su recta final y podrían liberar de una vez el Plan Parcial Meloneras 2A.