La incursión de Google en las reservas de viajes con inteligencia artificial representa un giro significativo en el sector, donde el gigante tecnológico ha evitado tradicionalmente competir directamente con sus principales clientes publicitarios, como las agencias en línea (OTAs). Sin embargo, con la integración total de la IA en su ecosistema, Google parece listo para dar un paso adelante, aunque con un enfoque colaborativo. Según informa Travel Weekly, la compañía ha confirmado su intención de facilitar reservas hoteleras y aéreas mediante esta tecnología, trabajando de la mano con jugadores clave del mercado. Julie Farago, vicepresidenta de viajes en Google, ha sido la voz principal en este anuncio, destacando alianzas con Booking, Expedia, Marriott, IHG, Choice y Wyndham. Aún quedan pendientes aspectos cruciales como los mecanismos de pago, el flujo de información entre plataformas y un cronograma concreto para el lanzamiento, lo que sugiere que el proyecto está en fases iniciales pero con momentum.
Este movimiento no surge de la nada; Google ha coqueteado con el rol de OTA durante años, acumulando herramientas como Google Flights y Google Hotels, que ya agregan opciones de búsqueda y comparación. Pero el salto a reservas directas con IA marca un antes y un después, especialmente en un contexto donde se denuncian artimañas de Google para mantener su dominio en búsquedas y publicidad. La compañía defiende que su enfoque es inclusivo: "Estamos comprometidos a asociarnos con las compañías de viajes de cualquier dimensión para que el cliente tenga a su alcance las mejores opciones", explicó Farago, lo que apunta a un modelo donde Google actúa como backbone tecnológico para OTAs tradicionales, en lugar de rivalizar directamente. Esto podría mitigar tensiones con clientes como Booking y Expedia, que invierten millonadas en anuncios en el buscador.
Justo esta semana, Google completó el desarrollo de un sistema de reservas basado en IA para restaurantes, entradas a eventos y establecimientos de wellness, un preludio que demuestra su capacidad para manejar transacciones complejas de forma conversacional. La expansión a hoteles y vuelos se alinea con esta visión, permitiendo reservas sin salir de la conversación en el buscador o asistente, lo que podría revolucionar la experiencia del usuario al hacerla más intuitiva y personalizada. Sin embargo, genera preocupaciones sobre privacidad de datos y competencia leal, especialmente en un mercado donde Google ya domina el 90% de las búsquedas globales.
En términos prácticos, la herramienta promete integrar reservas en conversaciones naturales, usando IA para sugerir opciones basadas en preferencias pasadas, presupuestos y disponibilidad en tiempo real. Para las OTAs, esto significa acceso a un canal de distribución masivo, pero también dependencia de los algoritmos de Google, que podrían priorizar ciertos socios. Farago ha enfatizado la colaboración, pero el sector observa con cautela, recordando casos previos donde Google ha sido acusado de prácticas anticompetitivas, como en el manejo de resultados de búsqueda para favorecer sus servicios.