Este viernes, el pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha dado luz verde a una iniciativa de ERC para incrementar progresivamente la tasa turística por noche de estancia, alcanzando los 8 euros permitidos por ley en 2029. La propuesta, presentada por la líder del grupo municipal de ERC, Elisenda Alamany, establece un aumento anual de un euro en el recargo: 5 euros en 2026, 6 en 2027, 7 en 2028 y 8 en 2029.
Otro aspecto clave de la medida es la creación del Fondo para el Retorno del Turismo, que arrancará en 2026. Este fondo, de carácter específico, destinará recursos a proyectos que mitiguen el impacto del turismo y mejoren la calidad de vida en los barrios más afectados de la ciudad.
La propuesta ha recibido el apoyo de PSC, ERC y Barcelona en Comú, mientras que Junts se ha abstenido y tanto PP como Vox han votado en contra. El PSC respaldó el texto, subrayando que la fiscalidad influye en la demanda, no en la oferta, y valoró el acuerdo alcanzado para un aumento paulatino. Junts, aunque favorable a la tasa, se abstuvo al considerar que no se debe estigmatizar al turismo. Barcelona en Comú apoyó el incremento con fines específicos para el bienestar ciudadano, pero criticó la falta de ambición y se preguntó por qué esperar hasta 2029 para el máximo.
Por su parte, el PP rechazó la iniciativa, argumentando que hace de Barcelona un lugar poco acogedor para los turistas, y Vox compartió esta postura por razones similares.
Tras la votación, el teniente de alcalde de Economía y Hacienda, Jordi Valls, anunció que planea integrar esta medida en las ordenanzas fiscales de 2026, que se presentarán en octubre.