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Valle de Incles: naturaleza viva entre lagos, senderos y paisajes de alta montaña

Valle de Incles: naturaleza viva entre lagos, senderos y paisajes de alta montaña
Valle de Incles: naturaleza viva entre lagos, senderos y paisajes de alta montaña

Recorrer el Valle de Incles en verano es adentrarse en uno de los paisajes más espectaculares y mejor conservados de todo el Pirineo andorrano. Situado entre las localidades de Soldeu y El Tarter, este valle, de origen glaciar, es uno de los grandes tesoros naturales del Principado. Su vegetación de alta montaña, sus aguas puras, sus senderos accesibles y su rica biodiversidad lo convierten en un lugar ideal para los amantes del senderismo y el turismo de naturaleza en estado puro, sin renunciar a la comodidad y a la señalización de sus rutas.

Lagos de Juclar: aguas transparentes y panorámicas inolvidables

El itinerario que lleva hasta los lagos de Juclar es, sin duda, uno de los más representativos de la zona. El sendero se inicia al final de la carretera del valle, cruzando el río de Incles y adentrándose por una pista forestal que serpentea entre bosques de pino negro y rododendros en flor. A medida que se avanza, el camino asciende suavemente hasta la bifurcación del Travenc, donde el valle se abre en todo su esplendor, mostrando vistas de postal que invitan a detenerse.

A partir de ese punto, el sendero se vuelve algo más exigente y toma una inclinación mayor, subiendo por la izquierda hacia la pleta de Juclar. La llegada al primer lago recompensa cualquier esfuerzo: un espejo de agua limpia y turquesa rodeado de crestas rocosas y silencio. Aquí habita el tritón de los Pirineos, un anfibio endémico de estas latitudes que solo sobrevive en aguas extremadamente puras.

Para quienes quieran prolongar la experiencia, el camino continúa hasta un segundo lago y un pequeño refugio guardado, ideal para descansar o pasar la noche. El recorrido completo es de dificultad moderada, con un desnivel acumulado de 465 metros y una distancia total de 4,57 kilómetros.

Lago de Siscaró: saltos de agua, vida salvaje y vegetación alpina

Otra opción igualmente cautivadora parte del mismo inicio, pero toma el desvío derecho en la bifurcación del Travenc. Esta ruta remonta el río por su margen derecha y gana altura siguiendo el curso del agua, en un entorno donde las cascadas naturales, los pastos frescos y los pequeños estanques se suceden.

La ruta atraviesa las balsas de Siscaró y continúa hacia las de Basers, antes de alcanzar el primer lago de Siscaró, situado en un entorno agreste y de una belleza salvaje. Durante el recorrido es habitual observar truchas moviéndose entre las corrientes, ardillas jugueteando entre los árboles o incluso corzos que cruzan discretamente el sendero.

Este rincón también es un paraíso para los ornitólogos: aquí se avistan con frecuencia aves como el acentor alpino, el colirrojo tizón o el escurridizo treparriscos. Las aguas, teñidas de verde por la caña de siscal, confieren al paisaje un carácter casi irreal. El recorrido es algo más corto, pero con mayor desnivel: 3,58 kilómetros y 500 metros de desnivel acumulado, lo que lo convierte en un reto ideal para senderistas con algo de experiencia.

Lago de Cabana Sorda: una joya escondida a más de 2.200 metros

La tercera propuesta de la Vall d’Incles parte desde la fuente de Comellassos, situada a medio camino de la carretera que cruza el valle. Tras adentrarse en el frondoso bosque de la Pinosa, el sendero cruza un barranco y sube entre prados alpinos salpicados de flores silvestres, hasta alcanzar los Assaladors de Cabana Sorda, una zona de pastos donde suelen verse marmotas tomando el sol.

Un pequeño collado marca el paso hacia el último tramo del recorrido, que finaliza en el impresionante lago de Cabana Sorda, a 2.290 metros de altitud. Sus aguas claras, rodeadas de formaciones rocosas y pendientes suaves, ofrecen una paz difícil de encontrar en otros puntos del Pirineo. Un refugio cercano permite hacer un alto en el camino o incluso pernoctar. Con 2,76 kilómetros de longitud y un desnivel de 470 metros, esta ruta es ideal para una excursión de medio día con una gran recompensa paisajística.

“Busca’ls”: el juego que convierte el valle en un escenario de aventuras

Además de sus rutas de montaña, la Vall d’Incles ofrece una propuesta lúdica para las familias que visitan la zona con niños: el juego “Busca’ls”, en español “búscalos”. Esta actividad invita a recorrer distintos senderos del valle siguiendo pistas ocultas en el paisaje, fomentando la observación, la participación y el contacto con la naturaleza. El punto de partida es muy sencillo: basta con recoger un folleto gratuito en las oficinas de turismo de Canillo o Incles y seguir las instrucciones. Al completar el recorrido, los pequeños exploradores reciben un diploma y un pequeño obsequio, en una experiencia diseñada para despertar su curiosidad y fomentar el respeto por el entorno.

La Vall d’Incles es de fácil acceso para visitantes de todas las edades. Se puede llegar en coche y estacionar en la entrada del valle, en un aparcamiento habilitado (zona azul). Entre junio y septiembre, de 9:00 a 18:00 horas, funciona un tren eléctrico que permite recorrer el fondo del valle de forma tranquila, ecológica y sin necesidad de utilizar vehículo privado.

En la entrada del valle, una pequeña oficina de turismo ofrece planos, recomendaciones personalizadas y toda la orientación necesaria para que cada visitante encuentre la ruta que mejor se adapta a su perfil. 

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