RIU Hotels & Resorts cerró 2024 con un beneficio neto de 132,4 millones de euros, un impresionante aumento del 150% frente a los 53 millones del año anterior, según las cuentas presentadas en el Registro Mercantil.
La facturación también mostró un sólido crecimiento, alcanzando los 285,5 millones de euros, un 10.2% más que en 2023. En el plano operativo, el Ebitda creció un 24,8% hasta los 91,6 millones de euros, reflejando una mayor eficiencia y márgenes más robustos.
Con 98 hoteles en 21 países, RIU acogió a 6,7 millones de clientes en 2024, logrando una ocupación media del 89%, una de las más altas del sector. Este éxito se debe, en parte, a una fuerte demanda en sus destinos principales, que impulsó mejoras de más del 5% en indicadores clave como la tarifa media, la duración de las estancias, los ingresos por habitación y el total de pernoctaciones.
Luis Riu, consejero delegado, destacó en un comunicado que estos resultados se vieron favorecidos por la disminución de la inflación, un mejor control de los costes, que “parecían desbocados”, y la bajada de los tipos de interés. También subrayó el esfuerzo de la compañía por mejorar su oferta con nuevos servicios, renovaciones y proyectos innovadores.
Luis Riu afirmó que 2024 fue un gran año, y confía en que 2025 será igual de positivo. Durante el último año, RIU abrió dos hoteles en Jamaica, reconstruyó su complejo en Islas Mauricio, renovó el Riu Palace Bavaro y levantó un hotel en un rascacielos de Chicago. Para 2025, la cadena planea inaugurar un nuevo hotel en Cancún, realizar cinco reformas estratégicas y avanzar en proyectos que se estrenarán en 2026 en Formentera y Phuket, Tailandia. Con una demanda estable y una presencia consolidada en destinos turísticos clave, RIU espera mantener su trayectoria de crecimiento.