Este pasado martes, el alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, anunció la prohibición total del alquiler turístico en todas sus formas y en todo el municipio, con el objetivo de potenciar el valor de la ciudad como destino turístico. Desde 2018, ya estaba restringido el uso de pisos turísticos en edificios de varias viviendas, aunque seguían permitidas las casas unifamiliares y el alquiler por habitaciones.
El consistorio tiene preparada una actualización del Plan General para hacer efectiva esta medida, que entrará en vigor lo antes posible y tendrá un efecto retroactivo de tres meses desde su aprobación. Martínez Llabrés explicó que actualmente hay 639 viviendas autorizadas para alquiler turístico, las cuales podrán seguir operando, pero si alguna se da de baja, no se permitirá reemplazarla con nuevas plazas.
El alcalde también dio a conocer otras iniciativas para regular el turismo, incluyendo la prohibición de abrir nuevos albergues o transformar los existentes. Recordó que la Ley 8/2012 de Turismo los había vetado inicialmente, pero en las últimas dos legislaturas se aprobaron algunos bajo la etiqueta de albergues juveniles, que en realidad funcionan como hoteles de bajo coste.
Además, confirmó que los party boats quedarán prohibidos a partir del próximo año. “Ya hemos comunicado a la Autoridad Portuaria de Baleares nuestra intención de vetarlos en todo el Passeig Marítim,” aseguró.