México está decidido a poner fin a los cobros para disfrutar de sus playas y reservas naturales. Aunque la ley establece que las franjas costeras deben ser de acceso gratuito, en la práctica se ha colado una privatización indirecta que impone tarifas para usar los arenales y el patrimonio natural, según señala la Cámara de Diputados.
Para asegurar que todos puedan visitar estos lugares sin barreras ni costes, se ha presentado en el Congreso un proyecto de decreto que busca modificar la Ley General de Bienes Nacionales y la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.
La iniciativa también incluye una propuesta para reasignar 500 millones de pesos (unos 23 millones de euros) en el Presupuesto, destinados a mantener estas áreas, asumiendo el Estado su cuidado y eliminando las cuotas a los visitantes. Este paso responde a la necesidad de financiar personal y mantenimiento, que hasta ahora justificaba los pagos en algunas playas.
Con más de 12.000 kilómetros de costa y un patrimonio natural rico y variado, México es un imán para el turismo. Si la reforma se aprueba, la nueva ley podría estar en vigor antes del Mundial de Fútbol de 2026, garantizando que tanto locales como extranjeros disfruten libremente de sus playas y zonas protegidas.