Málaga ha decidido cerrar la puerta a nuevas licencias para viviendas de uso turístico en todo su territorio durante los próximos tres años. La medida, que entrará en vigor este jueves tras publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), forma parte de una actualización del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y prohíbe a la Junta de Andalucía registrar más alojamientos de este tipo.
El alcalde, Francisco de la Torre, ha aclarado que esta iniciativa busca desactivar nuevas inscripciones y responde a la necesidad de organizar mejor la oferta turística, evitando perjuicios en los barrios residenciales. La decisión amplía la restricción aprobada la semana pasada para 43 zonas ya consideradas saturadas, extendiéndola ahora a toda la ciudad.
Desde junio de 2024, el Ayuntamiento ya había vetado el registro de viviendas turísticas sin entradas o servicios independientes. Ahora, según La Opinión de Málaga, el uso turístico se reconoce como una categoría distinta al residencial, lo que facilitará aplicar regulaciones, suspensiones temporales y zonificaciones según el interés general.
El plan también apuesta por impulsar alternativas como “coliving”, “flexliving” o “cohousing”, y fomenta la construcción de hoteles de cinco estrellas que generen empleos bien remunerados. De la Torre ha enfatizado la necesidad de una ley estatal, no solo autonómica, para enfrentar lo que considera un desafío nacional.
Los datos más recientes muestran que la presión turística en los barrios ha subido más del 8% en 53 zonas, 10 más que en julio de 2024. Esto equivale al 16,7% de los barrios residenciales, mientras que otros 29 están cerca de alcanzar ese porcentaje.