En los últimos años, Madrid ha apostado fuerte por captar a un tipo de turista que busca algo más, un visitante que valora el lujo en su esencia: la calidad excepcional de los materiales, los servicios impecables y un toque de distinción. Hoy, la ciudad puede presumir de cumplir con creces, ofreciendo desde una gastronomía de élite hasta hoteles que parecen sacados de un sueño, o la oportunidad de contemplar en calma las obras maestras de sus museos. Son vivencias únicas que solo Madrid puede brindar.
Pasear por Madrid es tropezarse con palacios del siglo XIX que hoy albergan hoteles llenos de historia. Una delicia descubrir que puedes alojarte en ellos y sentirte, por unos días, como un aristócrata de antaño. El Palacio de los Duques Gran Meliá, enclavado en el Madrid de los Austrias, combina una decoración moderna con guiños al arte local y presume de uno de los patios ajardinados más amplios del centro histórico.
Cerca, el Santo Mauro, un palacete de lujo que lleva décadas siendo el refugio favorito de estrellas de cine y música, ofrece una estancia inolvidable. En el sofisticado barrio de Las Salesas, el Relais & Châteaux Hotel Orfila seduce con su estilo decimonónico. Y en el Barrio de Las Letras, el CoolRooms Palacio de Atocha encanta con su patio con alberca, ideal para relajarse tras visitar los museos del Paseo del Arte.
Arte en exclusiva
Hablar de museos en Madrid es hablar de tesoros como Goya, Velázquez, El Bosco, Picasso o Dalí. Pero el verdadero lujo llega cuando puedes disfrutarlos en privado, en un grupo pequeño, fuera del horario del público general. El Museo del Prado ofrece visitas íntimas con guías expertos y opciones temáticas, mientras que el Reina Sofía añade un toque especial con copas, almuerzos o cenas en sus espacios gastronómicos.
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza propone experiencias únicas como Art & Wine, una visita guiada temática sobre el vino como inspiración artística, culminada con una cata privada en el Mercado de San Miguel junto a un sumiller.
El Teatro Real abre sus puertas a visitas privadas donde un guía especializado recorre la sala principal, el backstage y el área artística, seguido de un paseo con vistas desde la cornisa y un aperitivo. Los musicales, como los de Stage Entertainment, ofrecen la Butaca Oro con los mejores asientos, acceso preferente y una visita al backstage, mientras que Aladdin o Cenicienta incluyen la Dream Experience, con cena o cóctel en el Ginkgo Skybar, un rooftop con vistas espectaculares.
Para los amantes del flamenco, el hotel Thompson Madrid organiza talleres de palmas con expertos de la escuela El Lucero, cerrando la jornada con un espectáculo en vivo.
Compras con estilo
Ir de compras en Madrid es un placer, especialmente en la Milla de Oro del Barrio de Salamanca o en la Galería Canalejas, cerca de la Puerta del Sol. El Corte Inglés de Castellana también brilla con marcas premium y salas privatizadas. Ambos ofrecen un servicio de personal shopper, con asesores de moda que guían al cliente para convertir la experiencia en algo inolvidable.
Desde 1561 como capital, Madrid está lleno de rincones ligados a su pasado real. La Terraza del Campo del Moro, en los jardines del Palacio Real, ofrece un ambiente majestuoso, mientras que el restaurante Papagena, en la sexta planta del Teatro Real, deleita con vistas al palacio y una carta del chef Ramón Freixa. El Wellington Hotel & Spa propone un pícnic de lujo en el parque del Retiro –antiguo refugio de reyes– con paseo en bicicleta y opciones como Spanish, Healthy o Deluxe, esta última con camarero privado.
El Palacio de los Duques añade una masterclass de fotografía por el casco histórico, con sesión profesional y una bebida en el Café de Oriente.
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