Machu Picchu, que desde 2007 lleva el título de “Nueva Maravilla del Mundo” tras una votación popular en línea, corre el riesgo de perderlo debido a la presión desmedida del turismo, una gestión poco sostenible, amenazas al patrimonio, irregularidades en la venta de entradas y los precios asociados, según alertó la organización “New 7 Wonders.”
En un comunicado, esta entidad subrayó la urgencia de un plan estratégico para transformar la administración de Machu Picchu, recordando que sus propuestas han sido presentadas hace tiempo a las autoridades nacionales, regionales y al Congreso de Perú, quienes tienen la última palabra. “Mantener a Machu Picchu como una de las Nuevas Siete Maravillas bajo nuestro reconocimiento depende de esto, y sigue siendo nuestra prioridad,” afirmó Jean-Paul de la Fuente, director de la organización.
Desde su designación, Machu Picchu se ha convertido en un emblema de orgullo para Perú y un patrimonio de valor universal bajo el sello “New 7 Wonders.” Sin embargo, la organización advirtió que en los últimos tiempos la zona ha sufrido por conflictos sociales, falta de coordinación entre instituciones y empresas turísticas, y quejas constantes de los visitantes. Estos problemas, según señalaron, podrían dañar la imagen de Perú y poner en duda la credibilidad de Machu Picchu como maravilla.
Por ello, insistieron en la necesidad de unir esfuerzos entre los distintos niveles de gobierno, las comunidades locales y el sector privado para proteger y gestionar adecuadamente el sitio.
La ministra de Cultura de Perú, Leslie Urteaga, informó al Congreso que este año se espera que más de 1,5 millones de turistas visiten Machu Picchu, tras venderse ya más de 1,4 millones de entradas desde enero. Estas cifras superan el récord previo de 2019. Urteaga destacó que el aumento se debe a mejoras recientes en la administración de la ciudadela, como un mejor sistema de venta de boletos y horarios de visita más amplios.