El pasado martes, la Mesa de Turismo de Euskadi se reunió en Vitoria para tratar temas clave, como la introducción de una tasa a las estancias turísticas, la creación de un registro y ventanilla única impulsada por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, y el estado del anteproyecto de Ley de Turismo.
La nueva tasa turística se aplicará de manera general en toda la región, pero se adaptará a las particularidades de cada municipio. Los ayuntamientos contarán con flexibilidad para decidir, pudiendo bonificar el impuesto hasta el 100% —lo que implicaría que no se cobre— o añadir recargos según lo consideren oportuno.
Javier Hurtado, consejero de Turismo, Comercio y Consumo, detalló que, tras evaluar distintas opciones, se optó por establecer este impuesto municipal mediante normas forales aprobadas por las Juntas Generales. La idea es mantener una base uniforme en los tres territorios históricos, aunque se tendrá en cuenta la oferta alojativa de cada localidad. Los municipios, que gestionarán íntegramente los fondos recaudados, podrán ajustar la tasa con bonificaciones completas o incrementos, según sus necesidades.