Las principales patronales del sector de restauración y ocio de Baleares —la Asociación Mallorquina de Cafeterías, Bares y Restaurantes (Restauración Mallorca CAEB), la Asociación Menorquina de Cafeterías, Bares y Restaurantes, la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Ibiza y Formentera (Pimeef Restauració) y la Asociación Balear de Ocio y Entretenimiento (ABONE)— han manifestado hoy su profunda decepción y rechazo ante el preacuerdo firmado el 30 de junio entre la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) y el sindicato UGT para el XVII Convenio Colectivo Sectorial de Hostelería.
Este acuerdo, según denuncian las patronales afectadas, se alcanzó a puerta cerrada y sin la presencia ni participación de sectores fundamentales como la restauración y el ocio, que generan la mayor parte del empleo y aportan significativamente a las cotizaciones de la Seguridad Social en la hostelería balear.
Así pues, desde los sectores afectados han mostrado su indignación afirmando que “no podemos firmar un convenio que no hemos podido debatir ni negociar. Hemos sido excluidos del encuentro decisivo, lo que constituye una grave vulneración del principio de buena fe en la negociación colectiva”.
Durante los últimos seis meses, estas asociaciones han trabajado intensamente, bajo una asesoría jurídica conjunta, con el objetivo de incorporar al convenio colectivo aspectos específicos y diferenciados que reflejan la realidad de miles de autónomos y micropymes cuya operativa dista mucho de la del gran alojamiento hotelero. “Es incomprensible que se nos excluya de la reunión decisiva, sobre todo tras haber invertido tantas horas y esfuerzos para defender las particularidades de nuestro sector”, insisten desde las asociaciones.
Entre las propuestas que estas patronales querían incluir y que han quedado fuera del preacuerdo, destacan aspectos clave como ajustes en la retribución, mayor versatilidad en las categorías profesionales, flexibilidad en los llamamientos laborales, la posibilidad de interrupción de contratos fijo-discontinuos según estacionalidad y eventos puntuales, y la creación de la figura del "aprendiz" para facilitar la formación reglada y empleabilidad juvenil.
Los sectores de restauración y ocio critican, además, la subida salarial del 13,5% en tres años incluida en el convenio. "Esta subida está pensada para grandes hoteles con economías de escala y beneficios importantes, pero resulta insostenible para el pequeño empresario de restauración y ocio, que trabaja con márgenes muy ajustados y condiciones económicas distintas”.
La situación es especialmente preocupante en Menorca, Ibiza y Formentera, donde la dispersión geográfica, la marcada estacionalidad y las plantillas ultrarreducidas incrementan los costes operativos. Las patronales advierten que el convenio acordado ignora por completo estos factores críticos.
“Nuestra aspiración es tener un ámbito de negociación propio donde nuestras singularidades estén claramente reflejadas, bien sea mediante un convenio específico o a través de un apéndice anexo en el convenio general”, explican las asociaciones. “Somos el segundo sector más productivo y representativo en Baleares y no se puede obviar nuestra realidad económica y laboral”, concluyen.
Este rechazo frontal deja abierta una etapa de incertidumbre en las relaciones laborales de la hostelería balear, exigiendo acciones urgentes para solucionar la situación antes de que impacte negativamente en plena temporada turística.