Italia enfrenta este martes un colapso ferroviario debido a una huelga de los trabajadores de Ferrovie dello Stato (FS), que ha provocado cancelaciones masivas y retrasos en trenes de alta velocidad, regionales y de media distancia. La protesta, motivada por el descontento con la propuesta de renovación contractual de la empresa, ha generado un verdadero desorden en las estaciones de todo el país.
El paro, organizado por los sindicatos CUB Trasporti y USB, comenzó el lunes a las 21:00 (19:00 GMT) y se extenderá hasta las 18:00 (16:00 GMT) del martes. Las estaciones están abarrotadas de viajeros buscando soluciones, con largas filas en los puntos de atención para encontrar alternativas de viaje.
En Roma Termini, la principal estación de la capital, se han reportado demoras de hasta dos horas y una docena de cancelaciones desde la mañana. A las 9:30 (7:30 GMT), solo 14 de los 26 trenes programados habían salido, muchos con retrasos significativos. En Milán, la situación no es mejor: varias conexiones hacia Venecia, Brescia y el aeropuerto de Malpensa han sido canceladas o afectadas. En el sur, Nápoles sufre las peores consecuencias, con la mitad de sus conexiones ferroviarias suspendidas, especialmente en los trenes de alta velocidad.
Los sindicatos critican que la propuesta de contrato no compensa la pérdida de poder adquisitivo por la inflación y empeora las condiciones laborales. Según CUB, el acuerdo cambia pequeños aumentos salariales por recortes en los horarios, afectando la salud y la seguridad de los trabajadores, especialmente en turnos nocturnos, donde los operarios quedan más solos. También alertan que favorece la privatización, lo que podría fragmentar el sistema ferroviario y agravar los problemas de servicio y seguridad.