El sector hotelero europeo ha levantado la voz contra la nueva normativa impulsada por el ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, que desde principios de 2025 obliga a hoteles y operadores turísticos en España a recopilar y reportar un volumen sin precedentes de datos personales de sus clientes. Organizaciones como Hotrec, ETOA y Rural Tour advierten que esta medida está afectando la competitividad del turismo español y complicando significativamente las operaciones diarias, especialmente para el turismo internacional.
Estas asociaciones denuncian que los requisitos impuestos superan con creces los de otros países de la Unión Europea, generando costos adicionales, incertidumbre legal y una carga administrativa que impacta especialmente a pequeños negocios y alojamientos familiares. En un comunicado conjunto, afirmaron que la normativa crea una fricción innecesaria en toda la cadena del sector turístico.
El impacto ya se siente entre los operadores internacionales. Miki, una compañía especializada en turismo asiático en Europa, señaló que las exigencias del decreto están dificultando sus operaciones en España, un destino clave en su oferta, destacando que los nuevos requisitos legales y operativos están minando la confianza y la eficiencia de su trabajo.
Operadores que trabajan con turistas norteamericanos también reportan problemas. Una empresa que gestiona más de 3.000 viajeros en 114 grupos, alojados en más de 40 hoteles en España este año, lamentó el peso de la burocracia. De hecho, están notando un aumento en el tiempo y los recursos necesarios para cada grupo. Para sus socios hoteleros, muchos de ellos negocios familiares, esta normativa supone una carga difícil de sobrellevar, indicaron.
Ante estas críticas, la Comisión Europea abrió en enero una investigación formal para evaluar si el decreto español cumple con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). El comisario de Justicia, Michael McGrath, confirmó que se está analizando la compatibilidad de la medida con la legislación europea en materia de protección de datos.
Mientras tanto, las organizaciones turísticas subrayan que España sigue siendo un destino atractivo, pero cada vez más complicado de gestionar operativamente. A esta dificultad se suman otros retos, como las protestas contra el turismo, que agravan la situación del sector.