El ministro de Transportes francés, Philippe Tabarot, ha dejado claro que no dará su brazo a torcer ante las demandas de los controladores aéreos del sindicato SNCTA, quienes han llamado a una huelga para el 18 de septiembre. Esta postura rompe con la tendencia habitual en Francia, donde los gobiernos suelen mantenerse en silencio ante las frecuentes paradas laborales, mostrando a menudo una sensación de impotencia.
Tabarot escribió en la red social X que no cederá, respondiendo directamente al anuncio de la nueva protesta. El sindicato reclama, por un lado, un aumento salarial que acompañe la inflación y, por otro, un cambio en la forma en que se les gestiona, denunciando un trato poco respetuoso por parte de la dirección.
El ministro destacó que apenas han pasado dos meses desde la última huelga, que afectó a medio millón de pasajeros —solo contando a los franceses, sin mencionar el impacto en el tráfico aéreo que cruza el país—. Además, calificó el paro como mal timing, coincidiendo con un periodo de incertidumbre política y con el cambio de liderazgo en la Aviación Civil, que verá a un nuevo responsable tomar las riendas el 1 de octubre. Destacó además que esta acción solo refuerza su compromiso de seguir modernizando y adaptando el control aéreo del país.