La Comisión Europea ha dado el visto bueno a una medida que llevaba más de un año en espera, permitiendo finalmente el uso de escáneres avanzados en los aeropuertos de la Unión Europea. Esta decisión trae consigo un cambio notable: los pasajeros podrán llevar líquidos en envases de más de 100 mililitros y dejar sus dispositivos electrónicos dentro del equipaje de mano durante los controles de seguridad, todo sin sacrificar la protección.
Estos nuevos equipos, pensados para agilizar los procesos sin poner en riesgo la seguridad, ya están operativos en unos 700 puntos de control de 21 países miembros. En España, se encuentran en los aeropuertos de Madrid-Barajas, Barcelona-El Prat y Palma de Mallorca, mientras que en otros países europeos como Alemania (Frankfurt y Múnich), Italia (Roma y Milán), Países Bajos (Ámsterdam), Austria, Francia, Dinamarca, Grecia, Polonia y más, también están en marcha.
Ahora, cada aeropuerto deberá informar a los viajeros sobre la disponibilidad y uso de esta tecnología en sus instalaciones. La Comisión había vetado estos escáneres en 2023 debido a fallos técnicos que cuestionaban su fiabilidad, pero tras el respaldo de la Conferencia Europea de Aviación Civil (CEAC), la prohibición se ha levantado.
Esta medida supone un giro importante respecto a las normas de seguridad aérea impuestas tras los atentados del 11-S de 2001 y los intentos de ataques en vuelos transatlánticos en 2006, que endurecieron las reglas sobre líquidos y equipos electrónicos en cabina. Con esta autorización, Bruselas busca encontrar un equilibrio entre una operativa más fluida y la seguridad, mejorando la experiencia de los pasajeros en un momento en que el tráfico aéreo en Europa sigue creciendo tras la recuperación de la pandemia.