En una nueva fase para España, el turismo deja de ser el motor principal de la economía, un rol que ha desempeñado en los últimos tres años aportando hasta el 52% del crecimiento, según lo confirmado por Exceltur. Este martes, en Madrid, durante la presentación del Informe Perspectivas Turísticas con los datos del tercer trimestre, Óscar Perelli, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, explicó que este año el sector contribuirá con algo más del 13%, marcando el inicio de una normalización en los ritmos de crecimiento, alineados con el avance general de la economía española.
Basándose en una encuesta a 2.000 empresarios del sector, el organismo ha ajustado a la baja su pronóstico para el incremento del PIB turístico anual, pasando de un +3,3% estimado en julio a un +2,8%, acercándose al crecimiento medio del país (entre 2,6% y 2,7%). “Esto confirma que el turismo ya no actúa como el gran impulsor económico que fue,” afirmó Perelli.
Aunque el crecimiento se modera, los resultados empresariales siguen siendo positivos, superando los de 2024. El informe detalla que las ventas crecieron un +2,8% en el tercer trimestre (+3,4% en julio, +2,7% en agosto y +2,4% en septiembre), impulsadas principalmente por el aumento de precios reflejo de las inversiones en mejorar los servicios de los últimos años.
Perelli destacó que, aunque los datos son alentadores, “estamos en los niveles más bajos desde la pandemia.” Empresas que han apostado por la venta directa a clientes y el fortalecimiento de su marca están rindiendo mejor que las que no lo han hecho. Respecto a los destinos, las zonas costeras están destacando frente a las de interior, más afectadas por las altas temperaturas veraniegas.
“Se nota una brecha cada vez mayor en las ventas y resultados, favoreciendo a aquellas empresas turísticas que ofrecen productos diferenciados, invierten en marca, digitalización para ventas directas y optimizan su operativa,” señala el informe, sugiriendo cautela al interpretar los promedios.
El ritmo de creación de empleo en turismo (2%) se queda por detrás del 2,7% del resto de la economía, aunque Perelli subrayó una mejora en la calidad, con el 92,6% de los 45.000 nuevos puestos siendo indefinidos y el 64% a tiempo completo, además de subidas salariales pactadas (+3,7% en agosto, un punto por encima de la inflación del 2,7%).
Sin embargo, el absentismo laboral, que ronda el 8%, es una preocupación creciente. “De los casi 3 millones de trabajadores del sector, unos 200.000 no acuden a sus puestos,” lamentó Perelli, señalando que esto eleva los costes y carga al resto del personal, afectando el ambiente laboral.
El turismo extranjero sigue siendo el principal motor, aunque con un crecimiento más suave. Las noches de estancia de visitantes internacionales subieron solo un 0,5%, pero el gasto creció un sólido 5,6%. Las costas han tenido un mejor desempeño, aunque mercados clave como Alemania, Francia, Italia, Suiza, Holanda y Bélgica (que representan el 40% de la demanda) han caído, compensado por el auge de Reino Unido, Portugal y destinos de larga distancia como Asia, Latinoamérica y partes de Estados Unidos.
El turismo doméstico, en cambio, ha sido el más golpeado este verano, con un número de noches similar al de 2023 y 2024. Sin embargo, crece la preferencia de los españoles por hoteles de 5 estrellas y viajes al extranjero, mientras que la demanda interna por destinos nacionales se enfría.
Para el cuarto trimestre, Exceltur espera una desaceleración adicional, con un crecimiento de ventas del +2,0% (frente al +2,8% del tercer trimestre), influido por un escenario geoeconómico complejo que afecta el gasto turístico, especialmente en mercados como Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos y el propio mercado nacional, según la Encuesta de Confianza Empresarial cerrada el 1 de octubre.
Con esta revisión a la baja para 2025 (+2,8% frente al +3,3% de julio), el turismo se alineará con el crecimiento medio de la economía española (2,6% según el Banco de España, 2,7% según el Gobierno), dejando de ser el gran motor económico de los últimos años.
“Este menor impulso debe servir como un llamado para impulsar con más fuerza políticas turísticas y empresariales que apunten a un turismo de mayor valor —económico, social y ambiental—, no solo basado en más visitantes, sino en indicadores de sostenibilidad: mayor valor añadido, mejor empleo, menor huella ecológica y equilibrio con la calidad de vida de los residentes,” destacó Perelli.
“Revertir esta tendencia y abrir un nuevo ciclo de crecimiento integral requiere acelerar una política de Estado para el turismo, abordando retos pendientes y facilitando inversión pública y privada para mejorar la oferta, en lugar de recurrir a nuevos impuestos o restricciones,” concluyó.