Las nuevas regulaciones en los aeropuertos europeos están cambiando la forma en que los pasajeros viven sus viajes. Estas medidas tocan puntos sensibles como el equipaje de mano y los líquidos, temas que suelen generar confusión y tensiones en los controles de seguridad.
Según datos de Google Trends, las búsquedas sobre “nueva normativa equipaje de mano” han subido más de un 250%, mostrando el interés y las dudas que despiertan estos cambios entre los viajeros.
Gracias a los nuevos escáneres 3D de tomografía computarizada, aeropuertos españoles como Madrid-Barajas, Barcelona-El Prat, Málaga, Palma de Mallorca y Alicante permiten ahora llevar envases de hasta 2 litros sin necesidad de extraerlos en el control. En las terminales que aún no cuentan con esta tecnología, sigue vigente la regla clásica: envases de máximo 100 ml y un litro en total.
La legislación europea garantiza que los pasajeros puedan subir gratis un objeto personal o maleta de cabina (40 × 30 × 15 cm) y un accesorio adicional con un tamaño combinado de hasta 100 cm y 7 kg.
En este sentido, AirHelp subraya que el equipaje de mano es un derecho fundamental y no debería ser una excusa para que las aerolíneas impongan cargos excesivos. “Estas nuevas reglas buscan agilizar la seguridad y mejorar la experiencia de viaje, pero no deben usarse como pretexto para añadir costes injustificados. Cobrar por el equipaje de mano es una práctica abusiva y va en contra de la ley,” explica Rosa García, experta legal de AirHelp.
Además del equipaje, ciertos artículos esenciales están protegidos por la normativa y deben transportarse sin coste adicional. Por ejemplo, facturar o llevar a bordo carritos de bebé o sillas de ruedas para personas con movilidad reducida no debería implicar recargos. Lo mismo aplica a mochilas con productos básicos para bebés (leche, pañales, biberones), incluso si el pequeño no ocupa asiento, o a bolsas de botiquín con medicamentos, oxígeno o dispositivos electrónicos, siempre que un informe médico lo justifique.
Por ello, se aconseja a los viajeros informarse con tiempo y estar atentos a que se cumplan estas normas, reclamando si detectan cobros indebidos. “La meta es clara: ofrecer un viaje más fluido y transparente, donde la seguridad y los derechos de los pasajeros vayan juntos,” concluyen desde AirHelp.