A partir del martes 22 de julio, los propietarios de embarcaciones de recreo en España pueden alquilar sus barcos a terceros, con un límite de tres meses al año. Esta novedad, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), forma parte de una reforma a la normativa de la Marina Mercante impulsada por el Gobierno en enero de 2024 mediante un decreto.
Tras el 15 de agosto, el Ministerio de Transportes sacará adelante un real decreto que detallará los requisitos específicos para que los dueños obtengan el permiso de uso mixto. Mientras tanto, para evitar lagunas legales que puedan afectar la seguridad marítima o el medioambiente, el Gobierno ha emitido una resolución provisional en el BOE con condiciones básicas. Entre ellas, se exige un seguro obligatorio de responsabilidad civil y accidentes, certificados al día y un informe favorable de una Entidad Colaboradora de Inspección.
La Dirección General de Marina Mercante señala que, durante el uso comercial, el barco debe ser gestionado por una empresa especializada en chárter náutico, encargada también de tramitar electrónicamente el cambio de uso ante el Ministerio. Una vez aprobado, el permiso tendrá validez por cinco años. Si no hay empresa involucrada, el arrendatario deberá contratar un patrón y tripulación profesional. Los propietarios no podrán trabajar a bordo a menos que cuenten con titulación profesional, y las embarcaciones deberán llevar las letras “CT” visibles en ambas amuras como señal de su uso comercial temporal.
A pesar de la nueva norma nacional, el Govern de las Islas Baleares está trabajando en un decreto propio para restringir esta actividad. La propuesta autonómica prohibirá alquilar barcos sin puntos de embarque autorizados y busca evitar que particulares ofrezcan sus embarcaciones sin regulación. Autoridades y empresarios locales advierten sobre un posible “efecto llamada”, temiendo una saturación del mar balear, especialmente tras el auge del chárter náutico postpandemia, ya que propietarios de otras regiones podrían alquilar sus barcos sin necesidad de amarre en las islas.