El Gobierno de Aragón ha empezado a revocar las licencias hoteleras de varios establecimientos que están dando alojamiento a inmigrantes. La justificación, lógica, es que estos lugares ya no cumplen con los estándares para operar como hoteles, al haber pasado a acoger residentes de larga duración.
De acuerdo con lo publicado por El Periódico de Aragón, esta iniciativa, liderada por la dirección general de Turismo, impacta por ahora en cuatro de los ocho hoteles de la región que atienden a inmigrantes. Entre los afectados que ya han recibido la notificación figuran el hotel La Pardina en Sabiñánigo y el Hotel Montearagón en Huesca.
Desde el Ejecutivo argumentan que la decisión se basa en la normativa actual, que requiere, por ejemplo, entradas, escaleras y ascensores de uso exclusivo para compatibilizar la actividad hotelera con la de residencia para inmigrantes. Insisten en que las personas alojadas "no son turistas" y, por ende, la operación ya no califica como turística. Como alternativa, sugieren que se registren como hostales o pensiones.
Los dueños de estos hoteles, contratados por organizaciones como Cruz Roja o Accem para proporcionar hospedaje, comidas y limpieza a los 805 inmigrantes recibidos en Aragón, han expresado su rechazo y algunos ya han interpuesto recursos. Los empresarios sostienen que sus actividades no han cambiado de forma significativa, algo poco creible, y que la revocación les limita captar clientes ocasionales, como los empleados de las estaciones de esquí de Aramón.