Dubái es un destino que deslumbra con sus piscinas suspendidas entre rascacielos, restaurantes con vistas de ensueño y bares de lujo que redefinen la elegancia. Esta ciudad, con su arquitectura impresionante, su diseño impecable y su atención obsesiva al detalle, es un homenaje a la creatividad, la innovación y la ambición. Cada rincón de Dubái parece concebido para sorprender, con estructuras y espacios que no solo buscan impresionar, sino también maravillar.
Pero Dubái no es solo un espectáculo visual. Más allá de su grandeur, la ciudad entrelaza cuidadosamente su herencia cultural, reinterpretando tradiciones y dotando de significado sus formas modernas. Esto atrae a los arquitectos, diseñadores y artistas más visionarios del mundo. Desde la silueta escultural del Atlantis The Royal, un hotel cinco estrellas, hasta interiores que evocan el Japón de los años 20 o las vistas desde el Burj Khalifa que narran el meteórico ascenso de Dubái, la ciudad desafía constantemente las expectativas. A continuación, te mostramos los lugares más espectaculares de esta joya de los Emiratos Árabes Unidos.
La Mansión Real de Atlantis The Royal: un sueño de opulencia
La Royal Mansion, situada en las plantas 18 y 19 del Atlantis The Royal, es la definición de lujo extravagante. Con 1.174 metros cuadrados, esta suite dúplex de cuatro habitaciones, decorada en mármol, marfil y oro, es un refugio digno de la realeza. Celebridades como Beyoncé y Jay-Z la eligieron para la gran apertura del hotel. Con ascensor privado, un vestíbulo adornado con olivos centenarios y techos altísimos, cada detalle está pensado para impresionar.
La suite, que puede alojar hasta 10 personas, cuenta con dos dormitorios principales con baños de vapor, vestidores espaciosos, bañeras exentas y productos Hermès. Los ventanales ofrecen vistas espectaculares de Palm Jumeirah, el golfo y el horizonte urbano. Sus amplias terrazas, comedor al aire libre, piscina infinita privada y sala de entretenimiento con un televisor LED de 98 pulgadas crean el escenario perfecto para relajarse o recibir invitados. Además, el servicio de mayordomo 24 horas, cenas personalizadas por chefs del resort y un bar privado elevan la experiencia a otro nivel.
The Link en One&Only One Za’abeel: la piscina más espectacular
Ubicada a más de 90 metros de altura, The Link es una maravilla arquitectónica que conecta dos torres como un puente flotante. Este voladizo, el más largo del mundo, alberga Tapasake, un exclusivo club de piscina solo para adultos que reabrirá en noviembre tras una renovación. Con la piscina infinita más extensa de los Emiratos, vistas al horizonte y cabañas privadas con aire acondicionado, este lugar destila sofisticación. Disfruta de cócteles artesanales, platos Nikkei y sesiones de DJ al atardecer, todo en un ambiente que recuerda el glamour de un yate de lujo.
Gigi Rigolatto: un rincón de la Riviera italiana en Dubái
En la playa J1, Gigi Rigolatto, diseñado por Hugo Toro, recrea la magia de una villa mediterránea. Este espacio de 5.000 metros cuadrados combina jardines con buganvillas y cítricos, una piscina reluciente, cabañas sombreadas y una playa privada. El comedor, con arcos de ladrillo, techos altos y manteles bordados, evoca la calidez de una residencia rústica italiana. Los platos, desde mariscos hasta pizzas al horno de leña, se sirven con música en vivo, capturando la esencia despreocupada de la dolce vita en el corazón de Dubái.
At.mosphere en el Burj Khalifa: la vista más icónica
A 445 metros de altura, en la planta 122 del Burj Khalifa, At.mosphere ofrece la vista más impresionante de Dubái: las islas artificiales, el desierto dorado, los rascacielos y los puertos deportivos. Su diseño art déco, con suelos de mosaico, lámparas de araña y asientos de terciopelo, crea un ambiente elegante. Disfruta de un té de la tarde o una cena copiosa mientras contemplas la ciudad desde las nubes a través de sus ventanales de suelo a techo.
Mimi Kakushi: un viaje al Japón de los años 20
En el Four Seasons Resort de Jumeirah Beach, Mimi Kakushi transporta a los comensales a la Osaka de la era del jazz. Inspirado en el estilo de vida de Sessue Hayakawa, este bar y restaurante combina modernismo japonés con toques teatrales. Sus paredes pintadas a mano, carpintería de madera, techos de paja y vidrieras crean una atmósfera nostálgica y cálida. El menú, con platos como gyozas de wagyu y una extensa carta de cócteles y sake, fusiona la cocina japonesa con un toque contemporáneo, haciendo de este lugar un deleite para los sentidos.