Con poco más de dos meses por delante para las fiestas navideñas, es el momento perfecto para planificar un viaje que deje huella. Aunque las escapadas cortas son habituales en estas fechas, los circuitos guiados con guías en español se presentan como la opción más enriquecedora. Estos itinerarios ofrecen una inmersión total en la cultura e historia de cada lugar, y Civitatis ha seleccionado cinco rutas ideales para que las agencias de viajes sorprendan a sus clientes con unas vacaciones de invierno distintas.
Japón: un viaje entre tradición y modernidad
Civitatis presenta un tour de 11 días con 10 noches de alojamiento y desayuno, ideal para explorar una de las culturas más cautivadoras del mundo a través de Tokio y Kioto. El viaje arranca en la bulliciosa Tokio, donde destacan el sereno santuario Meiji Jingu, el templo Senso-ji y el extravagante barrio de Harajuku, además del imponente edificio del Gobierno Metropolitano. Con un guía experto, los viajeros descubrirán estos sitios, dejando también espacio para explorar por su cuenta.
El itinerario sigue en tren bala hacia Kanazawa, apodada la “pequeña Kioto”, con joyas como la Casa del Samurái Nomura y el apacible Parque Kenroku-en. La ruta incluye la aldea Patrimonio de la Humanidad de Shirakawago, el encantador Takayama, la portuaria Kobe —famosa por su ternera— y Hiroshima, con su Museo y Parque Conmemorativo de la Paz y la Cúpula de la bomba atómica. La isla de Miyajima y su santuario Itsukushima añaden un toque especial antes de llegar a Kioto. Allí, templos como Kiyomizu-dera y el Pabellón Dorado, junto con un paseo por Gion y las calles de Ninenzaka y Sanneizaka, cierran esta etapa. El tour termina con una visita al Parque de Nara y el santuario Fushimi Inari-taisha, conocido por sus miles de puertas torii rojizas.
Marruecos: la magia del desierto y ciudades imperiales
Para huir del frío, el circuito de seis días por Marruecos es perfecto. Comienza en Casablanca, con la imponente mezquita Hassan II, la segunda más grande del mundo, y un paseo por su medina y zoco. La ruta sigue hacia Rabat, explorando el exterior del Palacio Real, el mausoleo de Mohamed V y la fortificada Kasbah Oudayas. Meknes, con sus palacios y zoco, y las ruinas romanas de Volubilis son las siguientes paradas.
El viaje se adentra en la naturaleza con los bosques de cedro de Azrou, y pueblos como Midelt y Erfoud, antes de llegar al desierto de Merzouga. Allí, una noche en un campamento bereber con camellos promete una experiencia inolvidable. Ouarzazate, escenario de grandes películas, y Marrakech, con su vibrante Plaza Jemaa el-Fnaa, los zocos y los Jardines de Majorelle, cierran este itinerario.
Costa Este de EE.UU.: historia y naturaleza en un solo viaje
Este recorrido de seis días recorre el corazón histórico y natural de la Costa Este. Arranca en Filadelfia, cuna de la independencia con la Campana de la Libertad, y sigue en Washington D.C., donde se visitan el Cementerio de Arlington, los monumentos a Lincoln y Jefferson, la Casa Blanca y el Capitolio.
Las majestuosas Cataratas del Niágara, tras cruzar los Montes Apalaches, son un punto culminante. El viaje prosigue en Boston, con paradas en la Universidad de Harvard, la Plaza Copley y el Mercado Quincy, antes de finalizar en la encantadora Newport y la icónica Nueva York.
Egipto: siguiendo los pasos de los faraones
Egipto ofrece un viaje de ocho días lleno de misterio y grandeza. Comienza con las pirámides de Giza y la Esfinge, sigue en Menfis con la estatua de Ramsés II, y explora el centro de El Cairo, incluyendo el Museo Egipcio (sin acceso a la sala de momias).
El corazón del itinerario es un crucero por el Nilo desde Luxor, visitando el Valle de los Reyes —con un coste extra de 16 euros para la tumba de Tutankamón—. El Templo de Edfu, el mejor conservado del país, y los Templos de Abu Simbel, junto a la presa de Asuán y el Templo de Filae, cierran esta aventura.
Tailandia: de templos a playas paradisíacas
Para escapar del frío, Tailandia propone un circuito de 11 días que mezcla cultura y naturaleza. Arranca en Bangkok, con el Templo del Buda de Oro —el más grande en oro macizo— y el Templo del Buda Esmeralda en el Gran Palacio. Destacan el Mercado del Tren, donde los vendedores esquivan al tren, y el colorido Mercado Flotante.
La ruta incluye las ruinas de Ayutthaya, y en Chiang Rai, templos como Wat Huay Pla Kang, con su pagoda de nueve pisos, el Templo Azul y el Templo Blanco. En Chiang Mai, un santuario de elefantes y caminatas por arrozales son un plus. El viaje termina en Krabi, con sus playas de ensueño y paisajes naturales.
Estos itinerarios aseguran seguridad, comodidad y una inmersión profunda en cada destino. Al ofrecerlos, las agencias de viajes garantizan a sus clientes unas Navidades memorables.