El martes se vivió una jornada trágica en las costas de Tarragona, donde perdieron la vida tres turistas, incluyendo a dos menores. Hacia las 21:00, dos hermanos británicos de 11 y 13 años fallecieron ahogados en la playa Larga de Salou. Su padre, que también estaba en el agua, logró ser rescatado. Un poco antes, a las 18:30, un hombre de 54 años de nacionalidad alemana perdió la vida en la playa del Cap de Sant Pere en Cambrils.
En ambos incidentes, las playas contaban con vigilancia y ondeaban bandera amarilla como advertencia. Desde el inicio de la temporada estival el 15 de junio, las playas catalanas han registrado 16 muertes por ahogamiento, superando en cinco los 11 casos del mismo periodo del verano anterior.
Por ello, Protección Civil de la Generalitat insiste en la necesidad de tomar precauciones extremas en playas, piscinas y aguas interiores durante esta temporada. Recomiendan avisar de inmediato al servicio de socorrismo o al 112 si alguien parece estar en apuros en el agua, para garantizar una respuesta rápida y efectiva.