Desde pequeño, Gabriel Pernau soñaba con emprender un gran viaje. En 1996, decidió hacer realidad ese anhelo recorriendo en bicicleta la Ruta de la Seda por su camino menos transitado. Partiendo desde Estambul, su plan era atravesar una serie de repúblicas que hasta hacía poco eran de difícil acceso, con el objetivo de llegar a la ciudad china de Xian y, finalmente, a Pekín. Equipado únicamente con lo esencial, Pernau pedaleó 7.145 kilómetros y, tras cuatro meses de aventura, alcanzó su destino.